miércoles, 25 de noviembre de 2009

Como una copa vieja

Hay elementos que se valoran, sean viejos o no, uno los cuida. Intentás que no se rompan, los mantenés a salvo y los tratas con cariño. Pero a veces, sucede, que por más empeño que pongamos en que las cosas perduren a lo largo del tiempo, así, lindas como eran, hay factores que las desgastan. Estos pueden ser por nuestra causa o totalmente ajenas a nosotros, pero resulta que sea como fuere, ese objeto se casca. No se llega a romper, partir o quebrar. Solo se casca. ¿Pierde el valor? Yo creo que no...pero igual está cascado. Ya no va a volver a ser como antes.
Está cascado.
Es nuestro, igual lo valoramos.
Perdió parte de su esencia.
Dejó de ser único.
Está cascado.