domingo, 13 de julio de 2008

Psicoanálisis

Resulta que hace unos meses que empecé terapia. Creo que es normal pasar por diferentes estadios en los que primero tu terapeuta es un idiota, después lo queres, más luego lo odias y así sucesivamente. Lo que ocurre cada lunes cuando llego es: Me acuesto, se me sube su gato encima, hablo quince, veinte minutos hasta que no se que más decir. A veces ella me pregunta algo, a veces nada, a veces me tira una frase matadora al final, a veces nada, me levanto, dejo al gato, le pago y me voy. A veces realmente no saco nada en limpio, pero que bueno es poder hablar con alguien que no te da ni bola pero pensas que te ayuda en algo y cada diez o veinte palabras te dice "ajá", "mmjum", "mmm"... A veces llega el día de ir a terapia y no se que voy a hablar. Para mañana tengo preparado un tema que se llama: "¿Existe la videncia?" Yo estoy obsesionada con que me voy a morir a los 54 años en un accidente de tránsito. Resulta que muchas cosas de las que tengo presentimientos de cumplen, y por eso ya casi ni las digo porque me tengo miedo, pero para esta predicción tengo que esperar tanto, que mientras se la cuento a mi psicóloga. Voy a contar cuantos "MMM", "MMJUM" y "AJÁ" me dice al respecto.